martes, 14 de agosto de 2012

Despedida





Está lista la maleta, no cabe una cosa más

He donado los libros y el diccionario dejé atrás.

Esta lista la maleta; no, no cabe una cosa más

Anoche abandoné a los sueños y di cara a la realidad.


Está lista la maleta, no cabe una cosa más

Al recibir la bendición de mi madre queda poco que esperar.

Está lista la maleta; no, no cabe una cosa más

En la puerta de casa mis hermanos no dejan de llorar.


Está lista la maleta, no cabe una cosa más

Frente al espejo la tristeza he maquillado, no hay lágrima que derramar

Ya esta lista la maleta; no, no cabe una cosa más

La cara he levantado, que nadie sepa que me quiero quedar.


Ya está lista la maleta, no queda una cosa más

Pronto me he olvidado, ya no me puedo recordar

Tengo lista la maleta; no, no queda una cosa más

La mirada se ha marchitado, ya no puedo regresar

viernes, 3 de agosto de 2012

Ciudadano de segunda

Hace un par de meses salí con mi mejor amigo; plan de muchas cosas no habían pero ir hasta el parque y volver a su casa era lo mejor para la fiebre de sábado en la noche. Íbamos distraídos, un poco de esa ironía que se nos da bien al estar juntos y uno que otro comentario existencialista; hay que ver cómo nos enferma el sólo hecho de tener que lidiar con nosotros mismos cada día. Somos exquisitamente fatalistas y dramáticos. Delante nuestro iba una pareja de ancianos tomados de la mano; ante la ternura de aquella imagen surgieron los comentarios de cuan hermoso debe ser llegar al final de la vida con ese compañero que escogiste años atrás; lo que debe ser soportar al otro y aprender a amarlo contra todo pronóstico y todo cambio en las distintas etapas de la relación. Sería sólo un comentario, un par de jóvenes conmovidos hasta la médula por una pareja de abuelos que aún van de la mano. No vi venir su pregunta y cuando la escupió no supe qué responder.


- ¿Qué se siente? - preguntó


- ¿Qué se siente qué?


- Caminar de la mano de tu pareja en la calle


No recuerdo la estupidez que respondí, pero sí recuerdo que me sentí avergonzada en nombre de toda la humanidad, mis mejillas ardieron como si me hubiesen dado una bofetada y esa sencilla pregunta tuvo un eco duradero en mí. Mi mejor amigo, no sólo es la mejor persona que conozco, tiene además, como defecto – para muchos - ser un autentico homosexual.


En la era donde ser bisexual es una moda, donde se imponen los estereotipos, donde las nuevas e innovadas generaciones que tienen una extraña fijación por la fragmentación se hacen llamar los revolucionarios de todas las generaciones habidas y por haber; ahora cuando nos llenamos la boca llamándonos “libre pensador” o se nos va el tiempo alardeando de los cosmopolita y evolucionados que somos; hay quienes siguen solapando sentimientos porque a usted y a mi querido heterosexual, nos parece que atenta contra la moral una pareja de invertidos tomados de la mano en la calle a plena luz del día.


No vaya ahora a abrir mucho los ojos mientras lee esto; autoseñalarse con el dedo índice y preguntarse alarmado “¿YO?” porque le digo una cosa: Si, usted.


Mientras usted y yo, bajo la etiqueta de ser heterosexuales, lo que en la sociedad es igual a sentir como es debido; gozamos de la libertad para prostituirnos sentimentalmente con quien nos dé la gana, hay un grupo numeroso de hombres y mujeres que son tratados como ciudadanos de segunda clase porque sencillamente, sienten diferente. Hay un cumulo de personas que se miran con recelo con el metro, que se sonríen tímidamente y se rozan con la punta de los dedos para que aquel fulano de tal no los señale, no se los burle, no los golpee. Te preguntarás frunciendo el ceño ¿Quién va a golpear a un marica en este tiempo? ¿Quién escupe a los putos mariposas, revertidos, cacorros, floripondios y tantas calificativos más para decir que son diferentes? ¿Qué es lo hace a un heterosexual mejor? ¿Qué lo hace distinto? El homosexual es distinto porque siente pasión por uno de su mismo sexo; es un "dañado" un "revertido" y en las iglesias esos curas violadores que esconden su mierda bajo la sotana se atreven a apartarlos de la "casa de dios" - como ellos mismo denominan esos templos donde amparan su perversión.


Entonces yo me pregunto ¿No es mas dañado el heterosexual, dueño de la moral que viola? ¿No es más dañado aquel heterosexual que copula con la mujer del hermano; no es más revertido aquel que siendo del "sexo correcto" golpea mujeres? No sé su criterio pero el mio me dice que hay que ser un gran maricón y un puto sin escrúpulos para andar por la vida violando, golpeando, asesinando, estafando emocionalmente y pisando al otro en nombre de la autoridad moral que me da el ser heterosexual, católico, apostólico y romano.


Que vergüenza me da que tantos de mis amigos tengan que esperar una fecha mundial para salir a las calles tomados de la mano, para sacar el vestido de lentejuelas que guardan por años en el armario y usarlo; que vergüenza que mi mejor amigo no sepa lo que es caminar por las calles de la ciudad con su novio, que vergüenza ese trato de segunda a quienes no van con el mandato divino de amar al que tiene sexo distinto; que vergüenza que tengan que esperar que se aprueben leyes que dan permiso para amarse, que vergüenza que en pleno siglo XXI; los que sienten distinto sean tratados distinto. Yo, con la indulgencia de los moralistas que saben bien como esconder aberraciones; pido perdón.

martes, 10 de enero de 2012

La importancia de decir adiós




"La gente siempre se va" ... es lo que se lee en un pequeño letrero que mi amigo Vic tiene en la puerta de su nevera desde hace un tiempo. Nunca antes al leerlo, lo sentí tan propio. Parece que después de verlo por distracción en cada visita, reflexionar un segundo fugaz y encontrar un significado banal, al fin he comprendido que realmente, todos vienen y van. Es válido que sea así, de eso se trata la vida, en eso va la esencia de lo que somos como personas que buscan en los otros parte de los que les falta; a lo largo de nuestra existencia es mucha la gente que pasa por nosotros y son ellos, los efímeros transeúntes de nuestra cotidianidad, los que nos hacen lo que somos, cómo lo somos.
Siempre se van. La ausencia los normaliza y pasan a ser fantasmas de una colección personal, presencias desdibujadas que nos visitan cada tanto para recordarnos sensaciones desterradas bajo la piel, para echarnos en cara nuestra promiscuidad sentimental, nuestra capacidad para adaptar el cuerpo,las ganas y todo lo demás al amante de turno, al mejor amigo de la temporada, al conocido favorito que después se irá y reemplazaremos por otro de mejor sonrisa, de mejor carácter, de mejor conversación. Está bien que se vayan pero sería bueno si antes de escapar nos dicen un merecido adiós. Cuando quien se va, olvida darte una razón para no estar más, lo esperarás cada día hasta que llegue su reemplazo, saldrás cada mañana a la esquina con la esperanza de verle aparecer con las manos en los bolsillos y la cabeza baja, buscas entre las sonrisas de extraños esa sonrisa peculiar, paseas como alma en pena por las mismas calles que juntos recorrieron para ver si por casualidad, si por un error de su parte, tropiezan otra vez; crees que cada llamada al teléfono traerá su voz, que cada carta en el correo es alguna nota suya garabateada con nerviosismo, esperarás que pase su crisis y vuelva para una taza de café y el compartir habitual.
Pero si ese que abandona el barco antes de zarpar te deja una nota al menos, si con palabras mordidas entre dientes dice por qué ya no te quiere de compañero, si se arma de un poco de coraje para mirarte a los ojos antes de dejarte al lado del camino porque ya no le bastas, porque sobras, porque en su puerta hay alguien más esperando que salgas por la de atrás, porque cansas o porque ya no le diviertes; si pronuncia el adiós que tanto duele, que tantos ideales destruye, que deja el ripio de las horas gastadas en armar planes que no se realizaran; ese adiós que estremece, que deja sin aliento durante días, que carcome las pocas ganas de ganas, ese mismo que te hace amargo, que te vuelve indiferente por un momento, que te aleja, que te estalla, que te sangra; sí lo escuchas, si lo lees, si te confrontan con una merecida despedida, entonces aunque duela, a la mañana siguiente sabrás que estás en la obligación de recomenzar, que en la esquina verás al vecino de siempre, que el teléfono estará en huelga un par de días, que las notas del correo serán de algún despistado que sabe que existes, que quien se fue, camina ahora por alguna calle con las manos en los bolsillo y la cabeza baja sabiendo que quizá te extraña pero no te quiere más.

PD: Si usted, intimo lector que pasado mañana me abandonará por un mejor "escritor", está pensando en abandonar a alguien, tenga la decencia de decirle adiós ... con el tiempo se lo agradecerá.


martes, 6 de diciembre de 2011

Rutinas

Ella se revuelve en la cama, su cuerpo se tensiona, se eriza, le llama, le reclama
él despierta en su mañana, los ruidos, las primeras luces, se sacude, se levanta.
Ella se acaricia la espalda, se muerde las ganas, susurra su nombre sin calma;
él desayuna, se masturba, se ducha, se afeita, se larga.
Ella se moja, se acaricia, la ausencia la desgarra
él vende, factura, promueve, la extraña
Ella encendida se toca, se penetra, se sangra;
él se aburre, la piensa, la odia, le llama.
Ella bosteza, se rinde, descansa; 
él deambula, da vueltas, inventa y se cansa.
Ella se entrega, se pierde, a la noche se consagra; 
él espera, posterga y las horas alarga.
Ellos se viven, se sienten, se extrañan.

martes, 22 de noviembre de 2011

Mala conversación

- Has vuelto a fumar - Dice el chico que la ha seguido hasta la banqueta del patio donde la algarabía de la fiesta no les llega.
- Nunca lo dejé - responde la nena con tono seco y desganado.
- ¿nunca?
- Nunca. Cuando estábamos juntos no fumaba antes de verte y si ibas a casa, lo hacía mucho antes de que llegaras; no sabes lo que hubiese dado por un cigarro después de nuestros episodios de cama.
- Hipócrita
- Pendejo
- ¿Y el flaco que has traído esta noche quién es? ¿Acaso tienes un novio?
- Parece que me he comprado un novio en rebajas, pero ¿A vos qué?
- A mi nada, no creas que me importa mucho. Sólo que parece joven e inteligente, no va mucho con tus gustos
- He cambiado de gustos. Después de probar con los de tu estilo pocas ganas me han quedado para rarezas.
- ¿Y este va en serio? He escuchado que ahora eres un poco ligera.
- ¿ligera? ¿Es un sinónimo de ser puta, putisima?
- No finjas que te has ofendido, los dos sabemos que te gusta lo que eres.
- Si, es verdad. Me gusto como soy. Qué mierda vas a saber vos de lo que soy. Demasiado concentrado en sí mismo como para saber de los demás.
- Que amarga estás mujer, que triste, que resignada.
- Parece que todavía te ves reflejado en mi - ambos hicieron una mueca de cansancio. La chica tiró al colilla del cigarrillo gastado y le miró con una fijeza vacía.
- ¿También actúas ahora? ¿ También le mientes a él?
- No. La mentira sólo era un recurso cuando estaba con vos.

jueves, 25 de agosto de 2011

Parentesis

Palabras vacías, risas extravagantes, presencias efímeras, sonrisas perversas, roces que no tocan, lágrimas que reprimes, labios que te muerden, comentarios susurrados, horarios obligados; el café que derramas, los amigos que no llamas, redes que no conectan - te desconectan, ambiciones cercanas, tiempos perdidos, lápices guardados, mentiras que reclamas, excusas que te inventas, imponerse sentimientos, negarse las desnudas verdades, orgasmos fingidos, ganas creadas; la vida que se pierde, te pierdes, la pierdes !Basta!

Me envuelve el silencio que ha traído la calma después de la tormenta, y aunque todo duele esta noche, los días venideros me sanaran para un mañana. La pausa ha dejado todo quieto y mudo a mi alrededor. No hay voces, no hay rostros que hacen muecas que no veo ni presencias que no deseo, no hay nada, no hay nadie. Me ha llegado el momento para decir no más, para levantar las manos ante tanta hostilidad y reconocer que no puedo ni quiero más; me hago a un lado ahora y que la vida continúe sin mi esta temporada porque me voy de vacaciones con mi soledad.
Por unos días no abriré las ventanas, no recibiré visitas, no contestaré ni haré llamadas; guardo mi vestido de las fiestas, los discursos de las tertulias para un después y postergo también las explicaciones que no quiero dar. Necesito "tiempo, abstinencia y soledad"; dejar de correr, inhalar y exhalar, dejar de remar contra la corriente y escucharme hablar en mis silencios. Lamer mis heridas, dejarlas sanar y volver a empezar.

Me retiro por ahora; en la puerta de la habitación dejaré las máscaras, dejaré las mentiras que me he dicho y me han dicho cada día, las cosas que me dañan, postergaré lo que llaman importante; dejaré los imposibles que jamás serán posible, las ganas de cambiar el pasado para dedicarme desde este exilio voluntario a vivir mi mejor presente, dejaré la última mirada del hombre que amo y no me ama o que me ama y no le amo; dejo todo esta noche, me desnudo de mi ante mi y me entrego a esta necesaria soledad.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Esta noche habla por mi

Porque no me da la inspiración, porque tengo rotas las ganas, porque mi página sigue en blanco al intentar hablar de la desnuda ausencia y porque esta vez mis palabras callan, uso al poeta de mis afectos; Jaime Sabines para que diga lo que no sé decir, sólo sentir...


" Espero curarme de ti en unos días. debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me recto tiempo, abstinencia, soledad.


¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se pueden reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.


Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama (tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: "Qué calor hace", "dame agua", "¿sabes manejar?", "Se hizo de noche" Entre las gentes, tus gentes y las mías, te he dicho: "ya es tarde" y tú sabías que te he decía:"te quiero")


Una semana mas para reunir todo el amor del mundo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas . Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón."


(Jaime Sabines. Espero curarme de ti)