Me voy.
No puedo decirlo de otra forma, simplemente me voy.
Podría mentir, podría decir que eres un gran hombre, que no te merezco y que te quiero pero prefiero que sepas la verdad; prefiero decir que sí te merezco pero no te quiero y aunque eres un gran hombre, no estoy lista para quedarme.
Nada hizo falta, lo diste todo, diste tanto que no supe cómo contribuirte, me vi obligada a corresponderte y cuando amar se hace obligatorio lo mejor es dar media vuelta y no volver atrás.
Me voy ahora que puedo, ahora que debo, ahora que quiero.
No diré que estaré bien.Quizá esté mal, quizá te extrañe y nos extrañe un par de días, quizá me haga falta tu sexo en los ratos de calentura y quiera saber si aceptas un café conmigo para charlar pero sé que no querrás, que no estarás listo y aunque no comprenda tu necesidad de no verme estaré al margen; caminado por la vida esperando que uno de estos días le hagas un guiño a nuestro café.
Tampoco diré que no te olvidaré; ambos sabemos que vendrá otra gente, vendrá otra historia y otros cuerpos que borraran huellas y otras formas que darán formas nuevas y harán huellas nuevas.Después de un tiempo tal vez lleguemos a nombrarnos sin asombro, sin pena ni gloria para darnos cuenta que habíamos olvidado que nos olvidamos y entonces quizá en ese momento puedas perdonar que esta noche me vaya.
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