lunes, 20 de septiembre de 2010

Paradoja

Yo fumo y espero.Fumo aunque ya no fume; aunque lo haya dejado y de un tiempo para acá apoye las campañas contra la contaminante legión de fumadores a tal punto de firmar una encuesta donde se promueven espacios libre de humo.Ya sabemos, la hipócrita conducta humana.
Bebo el último sorbo de café que frió y amargo es más delicioso, como tú cuando estas caliente.Espero acurrucada en el sillón que tanto nos gusta cuando nos urge el sexo y llegamos un tanto borrachos con la ternura embriagada, trato de leer esa revistica tuya donde le rinden homenaje a Octavio Paz pero no logro pasar del primer renglón y me siento avergonzada ante la foto en blanco y negro del genio mexicano que me expía desde su inercia. Dejo la revista, camino de un lado a otro como animal enjaulado torciéndome los dedos mientras te maldigo por no estar, por estar aunque no estés, por ser un extraño conocido que me hastía cuando está y me hace falta cuando no.
No me alejo mucho del sillón, cuando escuche que introduces la llave en la cerradura, correré a mi puesto y desde allí fingiré que no te esperaba, que no no te odio, que no te amo.
Por un momento, sólo por un instante, dejas de ser mi mayor preocupación y miro a través de la ventana, miro como en medio de la aparente quietud todo va a mil por hora, como todo pasa cuando se supone que es lo contrario; imagino a mis vecinos en el mismo instante que yo, trato de construir eso que hacen en el mismo segundo que yo pienso en ellos; cómo vive quien vive al otro lado de mi pared,cuántos al otro piensan en mí como yo en ellos, cuántos acontecimientos en ese mismo segundo: una lágrima, un beso, un cruce de miradas, un roce, un grito, un golpe, una carcajada, un rotundo no, un esperado si...sonrío un tanto romántica pero recuerdo que te espero y mis demonios vuelven a abrazarse a mí. Te escucho en el pasillo, reconozco el sonido de tus zapatos chocando contra el suelo, corro al sillón y retomo mi lectura no leída; finjo no fingir.
Ahí estás. también fumas y traes bajo el brazo el libro que finges leer cuando no quieres hablarme y esa estúpida expresión infantil de permanente hostigamiento; la espera se ha convertido en una incomodidad familiar para los dos. Me ves sin mirarme y como un ritual que te cansa y me cansa, te acercas forzando una sonrisa y me das un beso. El beso de mi judas que me entrega al destierro emocional para que los duendes de la decepción me arrastren al espesor de mis adentro. Conozco ese sabor en tus labios, ese que mal camufla el alcohol y el cigarrillo que fumas; he bebido esa saliva mezclada con la tuya ahora, yo también te he besado con ese sabor en mi como un virus que nos pasamos en uno al otro y al otro.
Caminas de un lado a otro mientras vas dejando la ropa en un rincón; y no me miras porque sabes que te miro; mientes y yo te escucho mentir sintiendo que voy dejándote solo, que me aparto de todo, que te abandono, nos abandono. Luego ríes y vuelvo a oir tu voz aunque no te escuche ni entienda lo que dices, vuelves a reír y me veo obligada a esbozar una mueca que sería una sonrisa para hacerte saber que estoy acá, que te escucho, que te creo. Me levanto para no soportarte más, digo cosas sin sentido como madrugar, estar cansada y menciono mi frecuente e inventada migraña. Pido que apagues las luces, abandono la lectura que no inicié, te miro a los ojos con ternura, te acarició como se acaricia a un perro y doy la vuelta rumbo a la habitación tratando de descifrar qué me molesta más: que me engañes o que el amante sea el mismo.

2 comentarios:

Pircamita dijo...

De todo mi gusto!!!
Eso de estar y no estar, de creer, de parecer, de padecer quiza tambien es una de las cosas que mas me llaman la atencion de los escritos que pasan por mis ojos, que buen escrito, se nota el tantico de tus verdades que hieren pero en todo el contexto se ve reflejado eso que aun nos falta por econtrar o quiza por titar por la ventana.

Un abrazo.

Alias no disponible dijo...

Me gusta como cantas al desamor , a veces directa y primitiva , otras muy apasionada y doliente . Me pasa que el desamor me resulta mas interesante y sugestivo que aquellas historias de rosas con tanto brillo que terminan por asolar.
También por la palabra succionar te envío mi agradecimiento , me la encontraste .